martes, 22 de septiembre de 2009

Charles Bukowski: Genio transgresor y en catarsis encantador

Imagen por Reckon; creative commons licence Sibaritis
Charles Bukowski (1920-1994) 

Bien, así es la cosa…
“a veces cuando todo parece ir de mal
en peor
cuando todo conspira
y corroe
las horas, días, semanas
y años
parecen desperdiciados-
tendido sobre mi cama
en la oscuridad
mirando hacia el techo
concibo lo que muchos considerarán un
detestable pensamiento:
aún es agradable ser Bukowski.”


Como si el ser de poeta no fuera ya un síntoma de locura, Bukowski escritor y poeta logra darle un nuevo sentido descarado y adictivo a este oficio. Nacido en la ciudad alemana de Aldernach, con dos años de edad se trasladó con su familia a Los Ángeles, donde vivió toda su vida. Durante su infancia y adolescencia su entorno familiar y social fue violento, condición que fue reflejada en su estilo literario. Siendo aún muy joven y con un primer relato publicado por una revista en 1944, abandonó la literatura por un espacio de diez años.
Sus primeras obras se publicaron durante la década de los 60´s en editoriales y revistas underground, a esta época pertenecen colecciones de poemas como Crucifijo en una mano muerta (1965) o la que para muchos es su mejor obra en verso, Los días pasan como caballos salvajes sobre las colinas (1969). Por muchos años, y tras un breve paso por la universidad, se ganó la vida con trabajos temporales. Su primera novela, Cartero (1970), le permitió abandonar la oficina de correos en la que trabajaba. A ésta seguirían otras cinco, todas protagonizadas por Henry Hank Chinaski (alter ego del propio Bukowski,
un personaje alchólico y mujeriego que no posee una vida “estable” y que comparte características similares con el propio escritor) entre las que cabe destacar La senda del perdedor (1982). Los cuentos de Bukowski están reunidos en varios volúmenes. El más conocido, Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones (1972) recoge relatos aparecidos en varias revistas underground.
Como ser un gran escritor
“Tienes que cojerte a muchas mujeres
bellas mujeres,
y escribir unos pocos poemas de amor decentes
y no te preocupes por la edad
y los nuevos talentos.
Sólo toma más cerveza, más y más cerveza.
Anda al hipódromo por lo menos una vez
a la semana
y gana
si es posible.
aprender a ganar es difícil,
cualquier pendejo puede ser un buen perdedor……
La prosa de Bukowski es más autobiográfica, según el propio autor, que su poesía. Mientras que su producción poética es una constante contradicción, que provoca distintas sensaciones y coloca en espacios llenos de realismo descarnado y bello, con tintes de ternura y en otras ocasiones explícitamente brutal, con el humor ácido y desencantado de un hombre inteligente pero miserable, apasionado y vulgar, feo pero impactante.
…..Jane, te
asesinaron por saber
demasiado.
vaya un trago
por tus huesos
con los que
este viejo perro
sueña
todavía.
Bukowski escribió más de treinta poemarios, que le han acreditado como gran poeta. La producción en verso que con los años, se fue haciendo más directa, más sobria, dio como resultado obras como El amor es un perro del infierno (1974) o La última noche de la tierra (1992).
Bach, dije, tuvo 20 hijos.
apostaba a los caballos durante el día.
cogía durante la noche
y bebía en las mañanas.
en el medio escribía música.

al menos es lo que le dije
cuando ella me preguntó,
cuándo es que
escribís? “
Cuando se lee por primera vez y por más de dos páginas a este “sucio” escritor, lo recomendable es quitarte de la mente todo prejuicio establecido para poder darle una carga de placer a las palabras que provocan, para poder imaginar sus ambientes y para poder odiarlo pero sobre todo para poder amarlo.
Algunos perros que duermen a la noche
deben soñar con huesos
y yo recuerdo tus huesos
en la carne
o mejor
en ese vestido verde oscuro
y esos zapatos de taco alto
negros y brillantes,
siempre puteabas cuando
estabas borracha,
tu pelo se resbalaba de tu oreja
querías explotar
de lo que te atrapaba:
recuerdos podridos de un
pasado
podrido, y
al final
escapaste
muriendo,
dejándome con el
presente
podrido.



Este texto fue escrito por nuestra extraordinaria colaboradora: Sandra Bec






1 comentario:

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